Empresas dicen que esto se debe a los cambios de los menús de alimentación.

A seis de cada diez escolares de enseñanza básica no les gustó el sabor de la comida que les sirvieron el año pasado en sus colegios, la mitad encontró desagradable su olor, y el 52% no tuvo una buena recepción, cuatro más que en 2014.

Esos son los resultados de la encuesta de satisfacción que la Juaneb aplicó en los colegios para evaluar la comida que financia el Estado a través de empresas, y que reveló un alza en la desaprobación de estos escolares a la alimentación. El sondeo también mostró que existe una baja satisfacción con la ventilación de los comedores.

Así, en este nivel de enseñanza, 27 de las 29 empresas medidas obtienen un mal o muy mal desempeño en su servicio.

Al respecto, el presidente del gremio de empresas de alimentación Nutre Chile, Darío Calderón, afirma que la causa del rechazo “es la incorporación que hizo Junaeb de productos que no son habituales, como el arroz integral, la manzana deshidratada en el desayuno, y el jurel al almuerzo, que los niños no l aceptan”.

Calderón recuerda que lo mismo ocurrió cuando pidieron reducir la sal en las comidas, lo que también generó rechazo de los alumnos. “Hay que modificar un poco las minutas, para introducir productos naturales, como la quínoa, para dar sabor sin que eso signifique obesidad”, dice.

En la Junaeb explican que estos cambios eran necesarios, pero hay que trabajar por una mayor aceptabilidad. La coordinadora de Programas, Amalia cornejo, argumenta que “la entrega de alimentación sana y reducida en sodio constituye un desafío gastronómico para que sea bien aceptada por los estudiantes”. Por ello, en las últimas dos licitaciones han pedido a las empresas contratar personal gastronómico, y añade que les seguirán “exigiendo innovaciones en preparaciones y tecnología”.

En la línea de revisar las minutas de alimentos y su aporte nutricional, el servicio creó una comisión de expertos, el que es dirigido por el ex ministro de salud Jorge Jiménez.